Control de Fraude

  • En algunas ocasiones, durante el primer año, solicitamos informes médicos para detectar posibles prexistencias (aquellas enfermedades y condiciones que se han iniciado o diagnosticado antes de la contratación de la póliza o dentro del período de carencia).
  • Queremos proteger a nuestros buenos clientes, permitiendo que paguen solo por el riesgo que tienen de caer enfermos, en función de su edad, sexo y condiciones de salud.
  • Para que cada uno pague en función de su estado de salud y no paguen unos por otros, hacemos ciertas comprobaciones durante el primer año. Si el cliente toma nota, sabe que esto es para mantener bajo su coste, y cuando el médico le solicita una prueba tiene cuidado de que le proporcione la información de fecha de comienzo de los síntomas.
  • Nuestro seguro cubre el riesgo de utilizar los servicios de salud y su coste se calcula en función de las probabilidades de utilizarlo. Para ello nos basamos en su declaración de salud en la contratación.
  • Si por olvido o mala fe la declaración no evidencia el estado de salud del asegurado, el precio no refleja el mayor coste. Y éste redunda en un mayor precio para los demás o en una menor calidad o cobertura. Así funcionan muchas otras compañías y la Seguridad Social y no queremos que esto ocurra aquí.
  • En ocasiones, este proceso de comprobación puntual puede llegar a ser incómodo, pero permite detectar fraude o situaciones en las que un asegurado no ha proporcionado toda la información solicitada y necesaria para establecer el coste de su seguro y, por tanto, está repercutiendo su coste sobre el resto de los asegurados.